"Descalza, enfundada en mi piel como único calzado, me dejé llevar casi empujada por el viento en ese paseo hacía ninguna parte -ninguna- porque no importaba el destino de mis pasos, solo las huellas aparentemente anónimas tenían nombre propio, quizás porque no eran las huellas de mis pies las que estaban impregnando aquella playa, sino las de un corazón, dibujado lentamente con el pincel de mis dedos"
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